sábado, 4 de diciembre de 2010

SEÑALES DE VIDA Domingo 5/12/2010

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El amor está por encima de todo conocimiento. Pero el amor tiene un sola fuente original que se llama Nuestro Padre  & Madre Celestiales. El amor es así nuestro origen. Eres una gota de amor que cayó desde esa fuente perpetua y original. Entonces el amor es tu esencia, y por tanto es el amor que alimenta tu ser.

El amor es lo único que puede llenar los vacíos de tu alma. Pero el amor que necesitas para sanar solo fluye dentro de ti.

Así es que es vital que busques la manera de entrar en conexión diaria con ese hogar del cual procedes. Nada es más delicioso que las comidas que preparan en casa. Ese alimento especial lo hallaras en la CONTEMPLACIÓN.

Contemplación es restablecer la conexión con el hogar del cual provienes y al cual regresaras tarde o temprano. Pero hoy vives en ese hogar, solo que es importante que te des cuenta de ello. Porque de tu hogar divino procede tu alimento. Y tendrás acceso a él través de la contemplación.

Contemplación es amamantarse de la energía sublime que Dios nos proporciona del universo.

La contemplación es conectarte con el amor. Es llenarte de amor, es rebosar los vacios de tu ser con todo el amor de Dios que se expresa en todo este creación infinita. Por más que tengas buena imaginación, no podrás sospechar los regalos que descenderán para Ti cuando te conectes a diario a contemplar las maravillas de tu hogar divino.

El ejercicio es sencillo de Diez minutos mínimo. En tu aposento o en un lugar íntimo, con los ojos cerrados o abiertos, empieza a respirar muy profundo (en el primer minuto). (En el segundo minuto) deja fluir un saludable amor y gratitud por Dios y por todo, y le pides a Dios que te enseñe a: (tercer minuto) Despertar a la vida. (Cuarto minuto) Que abra las puertas de tu corazón, para sentir. (Quinto minuto) Que abra los ojos de tu alma, para ver el camino que te corresponde. (Sexto minuto) Que agudice tu oído espiritual para escuchar las respuestas para tu existencia. (Séptimo minuto) Que dulcifique tu paladar con el agua de la fuente de la vida. (Octavo minuto) que potencialice tu tacto para que todo lo que abraces y toques quede iluminado de amor. (Los dos minutos siguientes silencio)

Un día de tu vida tiene 1440 minutos. Dedica en principio solo 10 minutos a este ejercicio de la contemplación. Solo tienes que levantarte 10 minutos antes. Así tus otros 1430 minutos serán de un poderoso brillo y triunfo y te tornaras de un magnetismo de radiante amor. ¡Te lo garantizo!


Namasté

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