sábado, 19 de abril de 2014

12 ABRIL

Él único sobreviviente de un naufragio vivía en una pequeña isla desierta.

Oraba cada día fervientemente, y pedía a Dios que lo rescataría. Todos los días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero esta nunca llegaba. Cansado, empezó a construir una pequeña cabañita para protegerse a sí mismo y a sus pocas posesiones del viento y de la lluvia.

Un día, al regresar de pescar, encontró la pequeña choza en llamas. Una gran nube de humo gris subía hacia el cielo. Lo peor de todo fue que había perdido todas sus pertenencias que estaban dentro de su casita. No le quedaba nada.

Estaba confundido y muy enojado con Dios. Con lágrimas en los ojos gritó:

- ¿Cómo pudiste hacerme esto?

Finalmente se quedó dormido sobre la arena al lado de su choza quemada.

El día siguiente por la mañana temprano, escuchó el sonido de un barco que se acercaba a la isla. Habían venido finalmente a rescatarlo. ¡No lo podía creer! Cuando les preguntó cómo sabían que estaba en la isla, le contestaron:

- Vimos las señales de humo que nos hiciste.

La vida está llena de retos y desafíos, todo lo que sucede tiene un propósito de amor. No pierdas la calma ante ninguna circunstancia adversa, sigue confiando en ti pase lo que pase y pide luz para descubrir la salida brillante que tiene cada situación difícil.

Cada situación difícil tiene una salida brillante cuando conservas la calma. Detrás de la adversidad siempre hay una oportunidad para triunfar.

©2014 Mahatma Nanda Olaya



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