El empeño que le colocas a tu trabajo y a todos tus asuntos es algo estupendo, porque esa energía la estas direccionando toda hacia lo que se quiere lograr y esto facilita la ejecución de todos tus proyectos. Solo que hay que revisar que hay cascarillas que aparecen en el camino y a las cuales hay que estar atentos, porque un solo desliz puede hacer caer tan duro que puede arruinar el esfuerzo de toda una vida. Por ello toda actividad que realices, fíltrala por el tamiz de la ÉTICA.
El trabajo que se realiza te honra y realza siempre. Solo que es importante estar atento a no afectar a otros con él. Hay un punto de equilibrio en lo que se hace, te ayudará observar y amar el derecho que todos lo demás tienen. La ética es amar lo que haces, sintiendo que con ello beneficias los que te rodean, porque tu éxito genuino es la suma total del bien que le haces a los demás. Por tanto la ética te invita a cuidar el balance, cuidando de hacer siempre bien tu trabajo sin afectar a otro u otros. Porque cuando un trabajo daña a otros, baja su categoría de dignificar a deshonrar.
La ética es el fundamento clave para ser feliz. La paz interior se convierte en el primer premio, y luego de este, el universo abre una nueva puerta para que asciendas. La ética es el camino más firme hacia una verdadera victoria. Porque así llegaras a la cima tarde o temprano, en su justo momento, pero así garantizas que el triunfo no estará empañado por la angustia de la desgracia.
Vive con valentía, y se magnánimo en la convivencia, así la vida se te convertirá en una esplendida obra de arte, que todos querrán admirar.
Namasté
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